preparate-nadar

Natación en Aguas Abiertas II: La preparación esencial

todo-necesario-aguas-abiertas

¿Pensando en nadar en mar abierto? ¡Excelente idea! Pocos deportes hay más completos, además de ser una de las pruebas del triatlón.

Pero cuidado: si cualquier deporte requiere “saber a qué jugamos”, cuando hablamos de natación en aguas abiertas la cosa va aún más en serio. ¡Por eso estamos escribiendo esta serie de posts con indicaciones para iniciarse!

En la primera parte de esta serie te explicamos los materiales y equipo básico que necesitarás para nadar en mar abierto en verano y en invierno.

Ahora que ya tienes todo lo necesario, es el momento de pasar a la siguiente fase.

Parte 2: La preparación

consejos-nadar

Nadar en el mar es muy diferente a nadar en una piscina. Si vienes del post anterior, esta frase seguro que te suena. La repetimos porque aquí volveremos a verlo.

Sin embargo, y curiosamente, el primer punto es empezar entrenando en la piscina.

Antes de correr hay que andar, y antes de andar hay que gatear. Antes de escalar el Everest subes a la montaña detrás de tu casa. Todo va por etapas. Y la primera etapa que debes tener controlada en tu entrenamiento de natación es la piscina. El motivo: es el lugar ideal para perfeccionar la técnica e incrementar el entrenamiento.

Dominio de la técnica de natación

No se trata de ir echando un brazo delante del otro. Nadar bien implica dominar correctamente la técnica, los movimientos precisos que nos permiten impulsarnos y desplazarnos en el agua con el mínimo rozamiento y la mínima resistencia posible.

Y la coordinación de brazos y piernas se suma a la coordinación con el tronco y la cabeza cuando debamos mirar y respirar. La técnica de respiración es incluso más importante controlarla a la perfección, porque en el mar el oleaje añadirá un plus de dificultad.

Aquí es importante dominar además la técnica de respiración bilateral. Es decir, respirar no sólo por el “lado bueno”, sino por ambos. Se hace muy difícil al principio, pero nos dará dos ventajas en mar abierto: podremos buscar referencias visuales a ambos lados, y podremos respirar de “espaldas” al oleaje en cualquier caso. ¡Vital para no tragar agua!

Incremento del entrenamiento

No hace falta pasarte un año entero en la piscina, pero arrancar en ella te permitirá aumentar tanto el volumen como la intensidad de tu entrenamiento en un entorno totalmente controlado.

Más metros, más rápido, más metros, más rápido. En cuanto nos sintamos fuertes y seguros, es hora de saltar al mar.

Cuidados y precauciones al nadar en aguas abierto

En el mar la natación sube tres o cuatro peldaños de dificultad, y esto lo notarás en el primer minuto de tu primera sesión. Cosas que debes tener en cuenta desde tu primer entrenamiento en aguas abiertas:

  • La orientación es esencial. En piscina vas de un lado a otro por un carril, no hay opciones. Pero en el mar no tenemos esas referencias, y las echaremos de menos cuando salgamos y descubramos que hemos hecho metros de más.

Cuando vas hacia dentro, las boyas serán tu única referencia: no las piernas de vista. Cuando vuelves hacia la costa, curiosamente, es cuando puedes tener más problemas, ya que no se distingue bien el punto de llegada, entre los edificios y la multitud.

Buscar una referencia visual grande, como un edificio destacable, una palmera muy visible, o un accidente geográfico, es una buena solución.

  • Aliarse con el oleaje. Las olas complican este deporte aún más que la desorientación. Porque te impiden ver, te impiden respirar y dificultan tu nado. Ideas antes de tu primer salto al agua:
  • Vas a tragar agua, sobre todo al principio. Mentalízate.
  • La respiración bilateral debes tenerla controlada.
  • Debes aprender a coger bien el oleaje, aliarte con él en vez de enfrentarte. ¡El mar siempre gana, tiene la fuerza de todo un planeta! Es mejor un pequeño rodeo a “lomos” de las olas que una recta fija en la que debes corregirte constantemente, perdiendo tiempo y energía.
  • Escapar de la resaca. Si hay algo realmente peligroso en el mar, para un nadador, es la resaca. Se trata de esa corriente irresistible que se genera en la orilla al chocar las olas, y que arrastra al nadador hacia dentro, alejándolo de la costa. La clave, si das con una resaca, está en no luchar contra ella. Debes escapar nadando en perpendicular a la corriente. Prosigue tu recorrido esquivando la resaca por sus laterales.

¡Bueno, con esto ya tenemos lo mínimo para empezar a nadar en aguas abiertas!

Que disfrutes de tu entrenamiento, y no te pierdas la próxima entrega, porque te daremos el resto de claves sobre cómo se nada en el mar de forma segura y eficaz.

Deja un comentario.