El
running es una de esas actividades que, en cuanto las incorporas a tu
rutina, te cambian la vida. Mejor estado de forma, más resistencia,
mayor capacidad… ¡pero cuidado! Las lesiones siempre acechan. Y
evitarlas al 100% es imposible: siempre existe el riesgo, lo
imprevisto, una mala pisada, una irregularidad que no viste, una mala
reacción ...